• 1 Experiencia profesional: como arquitecto o diseñador de interiores, tiene experiencia profesional en diseñar espacios para ser utilizados en función de las necesidades exclusivas del cliente. Ayuda a su cliente a maximizar el espacio disponible y crear ambientes funcionales y atractivos.
  • 2 Creatividad: como profesional, tiene una visión creativa y original para diseñar espacios que reflejen la personalidad y el estilo de vida del cliente. Presenta ideas y soluciones que el cliente puede no haber considerado.
  • 3 Conocimiento técnico: tiene conocimiento técnico sobre materiales, colores, iluminación y otros elementos que componen un espacio. Esto le permite seleccionar y recomendar los mejores materiales y técnicas de construcción para garantizar que el espacio sea seguro, duradero y eficiente.
  • 4 Reducción de costos: un proyecto bien ejecutado evita errores, omisiones y trabajos duplicados, lo que se refleja en la reducción de los costos de construcción.
  • 5 Valorización de la propiedad: un proyecto bien ejecutado valoriza la propiedad, aumentando su potencial de venta o alquiler. Como arquitecto o diseñador de interiores, puede garantizar que el proyecto sea funcional, atractivo y actualizado, aumentando el valor de la propiedad.